Gerbera.
Altura de 20 centímetros a 30 centímetros.
Nombre común: Gerbera
Nombre científico: Gerbera spp.
Familia: Asteraceae
Origen: África del Sur
Descripción:
La gerbera es una planta perenne que pertenece a la familia de las margaritas, Asteraceae. Se caracteriza por tener flores grandes y vistosas con colores brillantes, como rojos, rosados, naranjas, amarillos y blancos.
Las hojas son largas, dentadas y de forma ovalada, con un color verde intenso. Pueden crecer hasta alcanzar una longitud de 15 a 30 cm.
Las flores de la gerbera son solitarias en tallos largos y erectos, y tienen un diámetro de 7 a 12 cm. Están compuestas por una inflorescencia formada por numerosas flores tubulares rodeadas de flores liguladas en forma de pétalos grandes y coloridos.
Existen diferentes especies de gerbera, siendo las más comunes la Gerbera jamesonii y la Gerbera viridifolia.
Cuidados:
Ubicación: La gerbera prefiere lugares luminosos con luz indirecta, evitando la exposición directa al sol durante las horas más intensas del día. Se recomienda colocarla cerca de una ventana orientada al este o al oeste.
Temperatura: La gerbera es una planta que prefiere temperaturas moderadas. La temperatura ideal está entre 18°C y 24°C durante el día, y no debe descender de los 10°C durante la noche.
Riego: La gerbera necesita un riego regular, manteniendo el sustrato húmedo pero no encharcado. Es importante regarla por la mañana para que las hojas tengan tiempo de secarse antes de la noche y evitar la aparición de hongos.
Humedad: La gerbera aprecia la humedad ambiental, por lo que se recomienda pulverizar agua en las hojas regularmente o colocarla sobre un plato con guijarros húmedos para aumentar la humedad alrededor de la planta.
Suelo: La gerbera requiere un sustrato bien drenado y fértil. Se puede utilizar una mezcla de tierra para macetas, turba y arena en partes iguales.
Fertilización: Se recomienda fertilizar la gerbera cada 2-3 semanas durante la primavera y el verano con un fertilizante líquido equilibrado para plantas con flores.
Poda: Es importante retirar las flores marchitas para estimular la floración y evitar la aparición de enfermedades. También se puede podar la planta después de la floración para mantenerla compacta y promover el crecimiento de nuevas flores.
Enfermedades y plagas:
Las principales enfermedades que pueden afectar a la gerbera son el mildiu, la pudrición de la raíz y la mancha foliar. Para prevenirlas, es importante mantener la planta en un ambiente bien ventilado, evitar el exceso de humedad en el sustrato y no mojar las hojas durante el riego.
En cuanto a las plagas, la gerbera puede ser atacada por pulgones
Reseñas
recomendados