Altura de 1.3  a 1.8 metros. 
Limonero de variedad Génova de 2 a 3 años de desarrollo.
 
El Limón Génova es una de las variedades de limonero más apreciadas a nivel mundial por la excelente calidad de sus frutos, su aroma intenso y su alto rendimiento. Es un árbol ideal tanto para huertos familiares como para plantaciones comerciales, especialmente en climas templados y mediterráneos.
Este limonero pertenece a la especie Citrus limon y se caracteriza por su crecimiento vigoroso y su buena adaptación a diferentes condiciones de cultivo. Puede alcanzar entre 3 y 5 metros de altura, formando una copa redondeada y bien ramificada. Sus ramas suelen presentar espinas, especialmente en ejemplares jóvenes.
Las hojas son de color verde intenso, brillantes, alargadas y ligeramente aromáticas cuando se frotan. Se mantienen verdes durante todo el año, lo que convierte al Limón Génova en un árbol siempreverde muy ornamental.
La floración es abundante y muy fragante. Las flores, conocidas como azahares, son blancas con ligeros matices violáceos en el exterior. Aparecen principalmente en primavera, aunque en climas favorables puede presentar floraciones adicionales durante el año.
El fruto del Limón Génova es de tamaño mediano a grande, con forma ovalada a elíptica. Su piel es de color amarillo intenso al madurar, relativamente fina y ligeramente rugosa. La pulpa es jugosa, de sabor ácido equilibrado y muy aromática, con un alto contenido de jugo y semillas escasas o moderadas. Es una variedad muy valorada para consumo fresco, jugos y uso culinario.
En cuanto al clima, el Limón Génova prefiere zonas de clima templado a cálido. Tolera bien el calor, pero es sensible a las heladas intensas, por lo que en regiones frías se recomienda protegerlo durante el invierno o cultivarlo en zonas resguardadas. Requiere buena exposición solar, idealmente pleno sol durante la mayor parte del día.
El suelo debe ser profundo, suelto y con excelente drenaje. Se adapta bien a suelos francos o franco-arenosos, ligeramente ácidos a neutros. No tolera el encharcamiento, ya que el exceso de humedad puede provocar enfermedades en las raíces.
El riego debe ser regular y equilibrado. Durante los meses cálidos y en época de fructificación necesita mayor aporte de agua, evitando siempre los excesos. En invierno, los riegos se reducen. Un riego constante favorece frutos de mejor tamaño y calidad.
La fertilización es clave para un buen desarrollo. Se recomienda aportar abonos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio, junto con micronutrientes como hierro, zinc y magnesio. La fertilización suele intensificarse en primavera y verano.
La poda se realiza principalmente para dar forma al árbol, eliminar ramas secas o enfermas y mejorar la entrada de luz y aire. Se recomienda una poda ligera después de la cosecha o a fines del invierno, evitando cortes severos.
Es una variedad productiva que puede comenzar a dar frutos entre el segundo y tercer año tras la plantación. La cosecha principal suele concentrarse en otoño e invierno, aunque en climas favorables puede producir limones durante gran parte del año.
Entre las principales plagas que pueden afectarlo se encuentran el pulgón, la mosca blanca, la cochinilla y el minador de la hoja. En cuanto a enfermedades, puede verse afectado por gomosis, clorosis férrica y algunos hongos si las condiciones de humedad no son adecuadas. Un manejo preventivo y un buen estado nutricional reducen significativamente estos problemas.
El Limón Génova destaca por su excelente calidad de fruto, su aroma intenso y su versatilidad en la cocina. Es una opción muy recomendada para quienes buscan un limonero productivo, sabroso y de fácil manejo, tanto en jardines como en huertos domésticos.